De acuerdo con las recomendaciones del fabricante, el líquido de frenos debe ser reemplazado cada dos años independientemente del uso del vehículo. Sin embargo, existen herramientas especiales que le permiten controlar este líquido regularmente, lo que garantiza la seguridad al frenar.
Hay varios indicadores que pueden indicar que es necesario cambiar el líquido de frenos en una motocicleta. Algunos de ellos son:
- Coloración oscura o turbia del líquido de frenos: si el líquido de frenos se ve oscuro o turbio, es posible que esté contaminado o que se haya degradado. El líquido de frenos debe tener un color claro y transparente, y cualquier cambio en su coloración puede ser un indicador de que es necesario cambiarlo.
- Nivel bajo del líquido de frenos: si el nivel del líquido de frenos en el depósito está por debajo de la marca de nivel, es posible que haya una fuga en el sistema de frenos. En este caso, se debe revisar el sistema de frenos y buscar la fuga para solucionarla. Además, se debe añadir líquido de frenos al depósito para mantener el nivel adecuado.
- Presencia de burbujas de aire en el líquido de frenos: si se observan burbujas de aire en el líquido de frenos, es posible que haya aire en el sistema de frenos. La presencia de aire en el sistema puede disminuir la eficacia de los frenos y provocar una respuesta lenta o inconsistente al usar el freno. En este caso, es necesario purgar el sistema de frenos para eliminar el aire y mejorar su rendimiento.
- Olor desagradable del líquido de frenos: si el líquido de frenos tiene un olor desagradable, es posible que esté contaminado o que se haya degradado. El líquido de frenos debe tener un olor suave y neutro, y cualquier cambio en su olor puede ser un indicador de que es necesario cambiarlo.
Los componentes de los frenos son probablemente los elementos de seguridad más importantes de un vehículo, por lo que saber cómo y cuándo mantenerlos es fundamental. Una vibración excesiva del pedal de freno, por ejemplo, puede provocar una deformación del disco de freno, y la sustitución de estos componentes es una solución que proporcionaría entre 80.000 y 100.000 kilómetros adicionales de conducción. La generación de sonidos extraños, o “chirridos”, al frenar, puede ser un síntoma de desgaste de las pastillas de freno, del que no debemos preocuparnos, ya que una simple sustitución nos proporcionará entre 40.000 y 50.000 kilómetros de conducción segura.
Señales de que debes cambiar el líquido de frenos, o qué pasa en tu coche si no lo haces
Si no cambias el líquido de frenos de tu coche notarás unos ruidos extraños; Es muy habitual el cambio de compresas sin sangrado y reposición de líquidos y, de hecho, hay muchas ocasiones en las que es necesario. Si el fluido no tiene la presión suficiente en su circuito correspondiente, entonces podemos sufrir este tipo de ruidos y otro tipo de problemas de frenos. Eso sí, hay muchos vehículos que no pueden cambiar el líquido de frenos cuando conviene trasladarlo a un indicador en el cuadro de instrumentos, con un testigo que parpadea específicamente para informarnos de este problema.
Cuando no se cambia el líquido de frenos en el momento oportuno, podemos sufrir otro tipo de problemas, como que el coche se incline hacia un lado al frenar. Si esto sucede es porque uno de los lados está frenando más fuerte que el otro y, por ello, se producen deflexiones importantes durante la frenada. Sin embargo, este síntoma puede deberse a un desgaste desigual entre las pastillas o las pastillas de freno, o a que las pinzas no reciben la misma presión debido a un problema con el líquido de frenos. Sea como fuere, este tipo de problemas deben ser revisados por un especialista en el taller para encontrar la causa raíz exacta y ponerle remedio.
Síntomas que nos indican cuándo cambiar el líquido de frenos
Si notamos que cuando pisamos el pedal del freno el pie cae demasiado, puede que el líquido de frenos no sea mejor y haya que cambiarlo . Sin embargo, no siempre la razón principal.
Las pastillas de freno desgastadas también aumentan el recorrido del pie. Si tus frenos hacen ruido al frenar, es muy probable que necesites cambiar las pastillas.
Si practicamos una conducción deportiva o si vamos bajando un puerto de montaña y abusamos mucho del freno, notaremos que el pie tendrá más recorrido y estará más blando o esponjoso. Esto se debe a que el líquido de frenos ha estado a alta temperatura durante mucho tiempo y las mangueras de los frenos se han expandido y el pequeño porcentaje de agua también se ha evaporado, creando burbujas. Este efecto se llama vaporlock y no es bueno. Quizás te interese saber cómo mejorar los frenos del coche en estas situaciones.
Tipos de líquido de frenos
Existen cuatro tipos de líquido de frenos: DOT3, DOT4, DOT5 y DOT 5.1.
DOT son las siglas del Departamento de Transporte, una institución de los EE. UU. encargada de hacer regulaciones sobre las especificaciones de esa sustancia.
¿Cómo sabes cuándo es el momento de cambiar el líquido de frenos?
El manual de tu coche contiene las recomendaciones del fabricante sobre cuándo debes cambiar el líquido de frenos. Otra forma de saberlo es siguiendo las indicaciones generales, que aconsejan renovar cada 30.000 o 40.000 kilómetros o, en su defecto, cada dos años si el uso del vehículo coincide con la media.
Sin embargo, incluso si realiza el mantenimiento recomendado, es posible que se produzcan fugas antes de lo esperado. Sabrás que es hora de acudir a nuestros talleres cuando notes una sensación esponjosa al pisar el freno. Si sus niveles de líquido son bajos o se está sobrecalentando, también puede sentir vibraciones, los frenos pueden hacer ruido, puede notar que el automóvil se inclina hacia un lado al frenar o el indicador ABS podría encenderse.